EL ASTURIANO

Arañaba los dieciocho años cuando el universo estalló entre mis ojos y supe que me había precipitado.

Llegar la primera, llegar antes, nada más importaba !!
El error tremendo de no valorar la única llave que cierra todas las salidas.

El tiempo !!

A pesar del convencimiento en avanzar con mas velocidad que los tiempos, solo existía una clave básica, única y letal, el tiempo necesario para llegar.
No todo era método como me había convencido en la magnificencia de una inteligencia asombrosa, limitada a los tiempos que permitan el desarrollo y afianzamiento de sus axones.
Todo existencia, no se puede admirar a Diógenes sin comprender a Zoroastro ni pretender haber hallado al Nietzsche más profundo, descartando en mi prepotente mente privilegiada el error en la comprensión de su ecce homo valorando inconsciente cómo precoz chifladura.

La realidad es que tampoco me había cruzado con El Asturiano…

Los tiempos no llegan, estan en nosotros tomando forma cuando deben, no cuando deseamos por mucho empeño que pongamos.
Las personas también llegan si sabemos esperar y reconocerlas.
Yo le reconocí y el a mi pero ...

Me había precipitado.

Me lo decía borracho y desesperado.
Me lo decía riendo, fanfarroneando, chulesco con el vacilón que nunca intentó ocultar.
El ser más enamorado, eso si intentaba ocultarlo.

Escondidos, incluso de nuestras pasiones, negando lo imposible.
Me lo decía al llevarme al acantilado, escondido de mil ojos, sin poder ocultar el deseo en los ojos, la lujuria de las manos.
La desesperación de unos besos que surgían sin pensarlo.
Ávidos, necesitados, me llevaste junto al risco, preguntaste, nos tiramos ?
Mientras llorabas riendo porque sabias que probablemente fuera la única persona capaz de aceptar el reto, porque acababa de llegar allí, a lo alto de un acantilado conduciendo bajo la guía sensata de tu voz con mis ojos vendados, porque querías quererme, porque querías matarnos, había que detenerse, aunque no quisiera aceptarlo.

La Luna Llena recorta el mar creando un pasillo hasta las rocas, allí, al fondo de aquel acantilado de la costa mallorquina llegaba la mar plácida o quizás era el contraste de nuestra excitación.
Mostrandome el precipicio insistias:

-Admite que me quieres !!  

Respondí desafiante, con los ojos, con la voz ...

-Admite que me quieres tu a mi o tirame .

...con los labios.

Nos besamos, nos seguimos besando.
Enfadados, deseandonos el uno al otro, atreviendonos, frenando.
Enroscando una danza salvaje, alejándo, sujetandonos, sujetando …
Me pedias que no siguiera, te dije que me ataras si querias detenerme y lo hiciste a tu manera en un pino voluntario ataste mi cuerpo ardiente, el tuyo no, no olvidarlo, que sigue ardiendo el fuego que nunca quemaste Mago.
Imposible !!
Era la fruta prohibida, tu pecado, mi locura, ser sensato o insensata, quien baraja en este caso para ver antes las cartas ?

Te has precipitado !!

Éramos niños apenas como controlar deseo ?
Besos caricias, detente, nosotros no, nunca, nosotros no que es pecado.
Aquí junto nuestra  Luna el Amor se llamó Asturiano.

No había sabido yo aprender a ver los tiempos.

Él debía llevarme  de la mano a un misterioso momento donde me habló de viejas historias.
Tierra en Asturias antiguos ancestros, libros ocultos, lenguajes secretos, palabras mudas.
Historias que mantuvieron en dignidad sosteniendo un minúsculo estandarte en Covadonga.
Un secreto.
Un misterio plagado de Luna que debía hallar, un resorte que cada Luna me entregaria.
La palabra que irá desentrañando el crucigrama blanco cuyas casillas negras aún desconociamos.
Los misterios dejan de serlo si se desvelan.
No hay que rasgar los velos.

Un Rey llamado Pelayo en Montpensier coronado.
Me hablo de historias de un Toro,  me mandó a buscarlo el Asturiano.
Que le gustaba ese Toro.
También  gustaba ponerme Pensamientos Mios en forma de Sevillanas.
A buscarme vendría cada vez que me escapara mandaría su pensamiento.
Su alma, su vida en busca de mi risa.
El me amaba yo le amaba.
Ni Romeo ni Julieta, de tontos nada de nada, sentir sus manos tocando mi cuerpo, sus besos siempre sus besos, se atrevían, me quemaban !

Seguía contando historias más atrás el tiempo andaba recuerda que el Minotauro no era lo que buscamos  
solo el rival más temible para lograr alcanzarlo.
Aquellos seres con honra que fueron reconquistando más allá de viejas guerras la vida que nos dejaron.
Recuperando la especie, no retrocedas cobarde, rompe el hilo y ve adelante !!
La Luna, en cada Luna pedía yo ser atada porque mi deseo absurdo no sabía respetar a aquel hermoso Asturiano que borracho me enseñaba.
Primero aprende palabras me decía, diminutas, colocarlas, casilla negra ?
Espera… No te precipites.

Y yo me precipitaba.


Empieza por las pequeñas, después busca las  más grandes, simples palabras primero, despues las más  complicadas.
Vive, después olvida, para poder andar sin las trabas.

No atesores muchas cargas.

Y siempre presente el Asturiano.

Comentarios