- Creo que no deberías añadirle ojos de sapo -digo- .
- Este ciclo me pertenece, es mi Soma -respondes-.
Afilada respuesta ante la cual cualquier persona inteligente que supiera no buscar problemas sabría que no debe responder, pero no es mi caso. La mirada desafiante no solo no me arredra sino que me da pie.
-Entonces ... - digo susurrando cerca de tu oído- quizás también le vaya bien algo de sangre de culebra. !
Acompaño mis palabras añadiendo al brebaje los pétalos de un tono rojo intenso que acabo de arrebatar en rápido gesto a la maceta de geranios que jalona la ventana.
Lo hago sin atisbo de temblor ni duda.
Detienes tu minucioso proceso de rallar la nuez moscada en tu gran obra,
no tienes ni la intención de extraer los pétalos que se van empapando del liquido graso y se sumergen por su propio peso hasta el fondo del recipiente uniéndose al festivo aquelarre de hierbas primaverales.
Giras levemente sobre ti mismo buscándome, sigo cercana a ti esperando, clavas en mi rostro una mirada divertida.
Ni siquiera intentas esconder la risa que empieza a asomarse en tu cara.
No lo hagas !! -pienso - No sonrías !!
Esa maldita sonrisa acaba siendo siempre mi perdición.
- Estaba convencido que habíamos hecho las paces !
-dices divertido-
- Las paces ??
Habíamos hecho muchas cosas, pero las paces no es la definición correcta. Son autenticas batallas donde acabamos rendidos, exhaustos, absorbiendo el aire con el ansia y desmayo del que ha coronado todos los ocho miles cayendo en sublime rendición ante la cima.
Las paces porque me abrazas cuando las lagrimas me abruman ?
Porque llegas cuando oyes mi lamento?
Porque sigues aquí luna tras luna a pesar de que escapas con ella hacia su cara oculta?
-Pareces una vieja loca del charleston despeinada,
sin cinta y que ha perdido la onda - ríes -.
Acompañas la frase con el gesto de levantar mi barbilla apartando el mechón que cubre mis ojos.
Y mis lagrimas.
No me beses, no me beses, no me beses ...
Suplico en mudo silencio mientras siento que mi pecho se agita ante tus labios acercándose a los míos que salen a buscarlos con autentica desesperación.
Ávidos unos de otros, muertos de sed.
Me abrazas con fuerza haciéndome sentir diminuta e inmensa al tiempo. Poderosa.
Como si intentaras fusionar en este abrazo algo mas tangible que nuestros cuerpos. Algo que permanece invisible al resto de los mortales.
Nos mantenemos así, un instante, mil instantes que intentamos eternizar.
- Pasa la uña de gato negro - dices recuperando la compostura.- Reanudas el ritual señalándome la hierbabuena con una leve mirada esquiva intentando alejarse de la mía para no perdernos.
Sin soltar tu abrazo.
Extasiados en los aromas luminosos que destila el fuego sobre la decocción.
Brindamos con hierbas de primavera invocando a los Dioses que la furia de las pasiones no nos arrebaten el otoño.
Se oye el tañer de campanas no lejanas.
Marcan tu marcha.
La primera del nuevo ciclo.
Setenta y siete días.
Once lunas.
Entramos lentamente en la tercera Luna llena.
Siete lunas de noviembre.
Siete días de tu inicio
Siete años del final.
Eres metódico en tus ritos, no permites que escapemos, ni libremos nuestras cadenas.
De que podría escapar ?
De la vida o de la muerte?
De ti o de mi ?
Agoniza todo hálito en el instante supremo donde todo cobra sentido.
Me entregas lo que te doy.
Te doy lo que eres y lo que soy.
Los Universos cada día se nos quedan mas y mas pequeños ...
Fuera el cielo se oscurece, la tormenta arrecia.
Todos los soles han huido, rugen vientos impetuosos acompañando los fuegos internos que nos devoran.
- Este ciclo me pertenece, es mi Soma -respondes-.
Afilada respuesta ante la cual cualquier persona inteligente que supiera no buscar problemas sabría que no debe responder, pero no es mi caso. La mirada desafiante no solo no me arredra sino que me da pie.
-Entonces ... - digo susurrando cerca de tu oído- quizás también le vaya bien algo de sangre de culebra. !
Acompaño mis palabras añadiendo al brebaje los pétalos de un tono rojo intenso que acabo de arrebatar en rápido gesto a la maceta de geranios que jalona la ventana.
Lo hago sin atisbo de temblor ni duda.
Detienes tu minucioso proceso de rallar la nuez moscada en tu gran obra,
no tienes ni la intención de extraer los pétalos que se van empapando del liquido graso y se sumergen por su propio peso hasta el fondo del recipiente uniéndose al festivo aquelarre de hierbas primaverales.
Giras levemente sobre ti mismo buscándome, sigo cercana a ti esperando, clavas en mi rostro una mirada divertida.
Ni siquiera intentas esconder la risa que empieza a asomarse en tu cara.
No lo hagas !! -pienso - No sonrías !!
Esa maldita sonrisa acaba siendo siempre mi perdición.
- Estaba convencido que habíamos hecho las paces !
-dices divertido-
- Las paces ??
Habíamos hecho muchas cosas, pero las paces no es la definición correcta. Son autenticas batallas donde acabamos rendidos, exhaustos, absorbiendo el aire con el ansia y desmayo del que ha coronado todos los ocho miles cayendo en sublime rendición ante la cima.
Las paces porque me abrazas cuando las lagrimas me abruman ?
Porque llegas cuando oyes mi lamento?
Porque sigues aquí luna tras luna a pesar de que escapas con ella hacia su cara oculta?
-Pareces una vieja loca del charleston despeinada,
sin cinta y que ha perdido la onda - ríes -.
Acompañas la frase con el gesto de levantar mi barbilla apartando el mechón que cubre mis ojos.
Y mis lagrimas.
No me beses, no me beses, no me beses ...
Suplico en mudo silencio mientras siento que mi pecho se agita ante tus labios acercándose a los míos que salen a buscarlos con autentica desesperación.
Ávidos unos de otros, muertos de sed.
Me abrazas con fuerza haciéndome sentir diminuta e inmensa al tiempo. Poderosa.
Como si intentaras fusionar en este abrazo algo mas tangible que nuestros cuerpos. Algo que permanece invisible al resto de los mortales.
Nos mantenemos así, un instante, mil instantes que intentamos eternizar.
- Pasa la uña de gato negro - dices recuperando la compostura.- Reanudas el ritual señalándome la hierbabuena con una leve mirada esquiva intentando alejarse de la mía para no perdernos.
Sin soltar tu abrazo.
Extasiados en los aromas luminosos que destila el fuego sobre la decocción.
Brindamos con hierbas de primavera invocando a los Dioses que la furia de las pasiones no nos arrebaten el otoño.
Se oye el tañer de campanas no lejanas.
Marcan tu marcha.
La primera del nuevo ciclo.
Setenta y siete días.
Once lunas.
Entramos lentamente en la tercera Luna llena.
Siete lunas de noviembre.
Siete días de tu inicio
Siete años del final.
Eres metódico en tus ritos, no permites que escapemos, ni libremos nuestras cadenas.
De que podría escapar ?
De la vida o de la muerte?
De ti o de mi ?
Agoniza todo hálito en el instante supremo donde todo cobra sentido.
Me entregas lo que te doy.
Te doy lo que eres y lo que soy.
Los Universos cada día se nos quedan mas y mas pequeños ...
Fuera el cielo se oscurece, la tormenta arrecia.
Todos los soles han huido, rugen vientos impetuosos acompañando los fuegos internos que nos devoran.
Comentarios
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Siempre es bienvenida la opinión.
Jamás olvidar que entra en casa ajena detrás del respeto y la libertad que van en este orden.
Así como llegues serás recibido en esta humilde casa.
Un besote !!
Frana Bruixa Xula